El presidente de Costa Rica Rodrigo Chaves, declaró este martes 26 de septiembre emergencia nacional la crisis migratoria que atraviesa el país, tras la llegada de miles de migrantes de las distintas nacionalidades, principalmente nicaragüenses, cubanos y venezolanos que utilizar como vía de tránsito el país Centroamericano para llegar hasta Estados Unidos.
«He instruido a los jerarcas involucrados que ya esta situación amerita declarar una emergencia nacional que se vive en el país debido a la cantidad de personas que están pasando por nuestro territorio», dijo el mandatario tico mediante una conferencia de prensa.
Chaves informó que en sus fronteras han identificado migrantes de otras nacionalidades como ecuatorianos, colombianos, chinos, haitianos y procedentes de Bangladesh.
El mandatario en diversas ocasiones ha denunciado esta situación y ha exhortado a la comunidad internacional a brindar apoyo económico a Costa Rica para atender a los ilegales en el país que ya trasciende los 200 mil migrante entre el año pasado y el corriente.
Ante la negativa y poco interés de la comunidad internacional y organismos pro derechos humanos, Chaves ha instruido al Ministerio de Seguridad Pública a tener «mano firme con todas aquellas pocas personas que piensen que la gentileza, la amabilidad y el corazón generoso de los costarricenses se puede confundir con debilidad».
El jefe de Estado también dio orden a la Dirección General de Migración y Extranjería a empezar a deportar a todas aquellas personas que causen disturbios o alteren el orden público en el país, durante su paso por Costa Rica.
Advirtió que llegan de forma ilegal a Costa Rica y le falten el respeto a las autoridades migratorias del país, serán deportados de forma inmediata por «portarse mal». «Aquí no se lo vamos a tolerar, empiecen a meditar los que piensen venir a Costa Rica», sentenció Chaves.