La Santa Sede confirmó este jueves que fueron los dictadores y criminales de lesa humanidad Daniel Ortega y Rosario Murillo quienes solicitaron al Papa Francisco que recibiera a los 12 sacerdotes de la iglesia católica de Nicaragua que fueron excarcelados y expatriados al Vaticano.
«Puedo confirmar que se ha pedido a la Santa Sede que acoja a 12 sacerdotes de Nicaragua recientemente liberados de la cárcel. La Santa Sede ha aceptado», dijo el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
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Además agregó que «serán recibidos por un funcionario de la Secretaría de Estado por la tarde” y que serán “alojados en algunas dependencias de la diócesis de Roma».
En contradicción a las palabras del director de la Oficina de Prensa del Vaticano, los caudillos sandinistas aludió a través de un comunicado que hubo una «negociación» con el Vaticano para liberar a los religiosos de las distintas diócesis del país.
«El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua, luego de sostener fructíferas conversaciones con la Santa Sede, informa a nuestro Pueblo que se logró un Acuerdo para el desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 Sacerdotes que, por distintas causas fueron procesados, y que han viajado hacia Roma, Italia, esta tarde», dice el comunicado de la dictadura.
Los sacerdotes desterrados fueron: Manuel Salvador García Rodríguez, José Leonardo Urbina Rodríguez, Jaime Iván Montesinos Sauceda, Fernando Israel Zamora Silva, Osman José Amador Guillén, Julio Ricardo Norori Jiménez, Cristóbal Reynaldo Gadea Velásquez, Álvaro José Toledo Amador, José Iván Centeno Tercero, Pastor Eugenio Rodríguez Benavidez, Yessner Cipriano Pineda Meneses, y Ramón Angulo Reyes.
En la lista no incluye al obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, Monseñor Rolando José Álvarez, quien cumple una condena de más de 26 años de prisión por «desacato» y «traición a la patria».