En menos de 72 horas la dictadura sandinista secuestró a otro líder religioso, como parte de su guerra declarada contra la iglesia católica y sus fieles creyentes.
En nuevo secuestrado se trata del Vicario General de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Óscar Escoto Salgado, quien fue detenido casi a medianoche del jueves 21 de diciembre por agente oficiales y vestidos de civil.
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Monseñor Escoto Salgado, estaba a cargo de la Diócesis de Matagalpa mientras su obispo Rolando Álvarez permanece en cautiverio dentro de las mazmorras del régimen sandinista y condenado a 26 años de prisión.
La detención del jerarca católico ocurre dos días después que la dictadura sandinista desapareciera a monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, obispo de la Diócesis de Siuna.
El obispo de Siuna se encontraba este miércoles en una misión pastoral en el municipio de La Cruz de Río Grande, en la parroquia Santa Cruz, cuando al salir fue interceptado por oficiales de la Policía.
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La detención del prelado está relacionada a las últimas declaraciones de Mora Ortega durante la misa en ocasión del 99 aniversario de la creación canónica de la Diócesis de Matagalpa, en la catedral San Pedro Apóstol.
En su homilía, el obispo de Siuna dijo que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), permanece unida en oración por Monseñor Rolando Álvarez, preso político de la dictadura sandinista y condenado a más de 26 años de prisión.