Puede más el odio que el amor por la navidad para los dictadores sandinistas Daniel Ortega y Rosario Murillo, pues mientras feligreses católicos celebraban el nacimiento del salvador del mundo, la pareja tiránica sacó a sus huestes satánicas para secuestrar a sacerdotes de la iglesia católica.
Este martes 26 de diciembre se conoció que el régimen sandinista secuestró a dos sacerdotes; el primero se trata del padre Jáder Guido, segundo vicario de la catedral de Matagalpa, y de Monseñor Pablo Villafranca de la parroquia Nuestro Señor de Veracruz en Nindirí, Masaya, respectivamente.
Guido fue secuestrado el propio 24 de diciembre por rezar por la libertad de monseñor Rolando Álvarez, durante la misa del IV domingo de Adviento y «por todos los sacerdotes, religiosos y religiosas de nuestra Diócesis”, previo a la noche buena.
La petición del religioso fue suficiente para ser capturado luego de la misa del domingo, pero según, fue liberado horas después, ya que reapareció oficiando la misa de la Natividad de Jesús y esta vez oró por la familia, por los niños y por todos los feligreses.
Mientras tanto, monseñor Villafranca fue encarcelado este martes 26 de diciembre en su propia vivienda, pues según reportes de medios nacionales, el sacerdote habita en el Residencial Planes de Veracruz y fue secuestrado por un fuertes contingente policial a eso de las 11 de la mañana.
El prelado acostumbraba a pedir en sus homilías por la libertad de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y que lleva más de 500 días secuestrado por la dictadura de Daniel Ortega, condenándolo a 26 años de prisión.
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Monseñor Villafranca ya estaba en la mira del régimen sandinista, pues ha sido víctima de persecución desde el año 2020 cuando denunció en sus redes sociales el sacrílego y robo en la Capilla El Carmen, y en 2022 se le impidió ingresar a la parroquia Santo Cristo de Esquipo mientras el régimen tenía secuestrado a monseñor Rolando Álvarez en esa iglesia de Las Colinas, de Managua.
En lo que va de diciembre, los criminales de lesa humanidad Ortega y Murillo, han encarcelado a al menos seis nuevos sacerdotes, en su mayoría de Matagalpa tras una vigilancia desatada en todas las parroquias del país, para controlar lo que se predica en los templos.
