En las últimas horas la dictadura sandinista ha encarcelado a tres sacerdotes, dos de la Diócesis de Matagalpa y uno de Chinandega; ya suman casi la decena de religiosos secuestrados en lo que va de diciembre.
Los nuevos secuestrados son: el padre Fernando Calero, de la parroquia Nuestra Señora de Fátima en Rancho Grande, el padre Jader Guido, perteneciente, ambos de Matagalpa, y monseñor Marcos Diaz Prado, párroco de la iglesia Santo Tomás Apóstol del Puerto de Corinto, Chinandega.
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Con estas últimas detenciones se contabilizan siete sacerdotes y dos obispos encarcelados en las celdas del régimen dictatorial sandinista, Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y el obispo de Siuna, Isodoro Mora. De los ocho religiosos, siete han sido detenidos del 20 al 29 de diciembre y tres de ellos secuestrados en un mismo día.
Todos se encuentran tras las rejas y la lista continúa en aumento, tras su intento por desaparecer a la iglesia católica del país.
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Los dictadores Ortega Murillo han girado la orden a los líderes religiosos, laicos y sacerdotes de la iglesia católica, evitar mencionar el nombre de monseñor Álvarez en sus sermones, de lo contrario, «irán directo a una cárcel».