Los dictadores sandinistas impidieron el ingreso del Fray Juan Francisco Solís Melgar, representante legal del colegio Liceo Franciscano de Managua y otros tres religiosos que venían a Nicaragua.
Aunque aún los motivos no han sido detallados, se conoce que el Fray volvía al país luego de participar en una actividad en el extranjero, pero fue víctima de destierro al igual que otros más 20 sacerdotes que han Sido expatriado por órdenes de los criminales de mesa humanidad Ortega y Murillo.
En el caso de los religiosos, del cual hasta el momento se desconocen sus identidades, se supo que venían a Nicaragua a realizar una misión cristiana en pro del pueblo católico.
En el año 2023, más de 80 sacerdotes fueron desterrados