Por segunda vez consecutiva, el Papa Francisco se refirió sobre la situación de Nicaragua y reiteró su preocupación por la persecución y la guerra declara por la dictadura sandinista contra la iglesia católica del país.
Francisco dejó nuevamente claro que “sigue siendo preocupante la situación en Nicaragua, una crisis que se prolonga con dolorosas consecuencias en particular para la iglesia católica”.
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Cabe mencionar que el odio de los criminales de lesa humanidad Daniel Ortega y Rosario Murillo, se acrecentó luego que el sumo pontífice comparara a los dictadores con el régimen nazi de Adolf Hittler en marzo del año pasado.
El alto jerarca de la iglesia católica comparó al régimen Sandinista con la Italia Nazi de Adolf Hitler por el destierro de nicaragüenses, la persecución política contra el clero religioso y el secuestro del Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, Monseñor Rolando Álvarez.
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“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz; quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas”, dijo el Sumo Pontífice.
Hoy, Nicaragua enfrenta una de las peores dictaduras de la región y el sector que más ha sufrido los ataques de la tiranía, es la iglesia católica y sus feligreses, por lo tanto, una vez más el jerarca católico invitó a iniciar un dialogo respetuoso “para el bien de los católicos y de toda la población”.
