Tras la liberación y expatriación de los obispos Rolando Álvarez de Matagalpa e Isodoro Mora, de Siuna, ambos oficiaron su primera misa en Roma en acción de gracias porque el bien venció al mal, representado en la dictadura sandinista.
Ambos prelados fueron liberados y expulsados junto a otros 17 sacerdotes que fueron secuestrados a finales de 2023. La acción se llevó a cabo gracias a los llamados de negociación entre el Vaticano y el régimen sandinista, pues el Papa Francisco en diferentes ocasiones ha expresado su profunda preocupación por la situación de Nicaragua.
Hasta momento el obispo de Matagalpa ha sido entrevistado por ningún medio de comunicación para narrar las torturas en las que fue sometido por más de un año en el penal La Modelo, conocida como una cárcel de torturas.
Su deteriorado estado físico fue evidenciado en fotografías divulgadas en redes sociales. A Álvarez se le nota delgado, trasnochado y tes pálida, aunque la dictadura sandinista trató todo el tiempo de maquillar un supuesto buen trato para el líder religioso en un celda en «buenas condiciones».
Este sería el segundo grupo de sacerdotes que han sido expulsados directamente por el Frente Sandinista. El primero fue un grupo de 12 sacerdotes que fueron enviados al Vaticano el 18 de octubre de 2023, y este grupo de 19 religiosos la mañana de este domingo 14 de enero de 2024.
