El sacerdote Pablo Villafranca no pudo viajar al Vaticano el pasado de enero, día en que la dictadura sandinista ordenó la expatriación de 19 religiosos de la iglesia católica, debido a que sufrió un infarto en el avión mientras hacían una escala en Venezuela.
Los 15 sacerdotes, dos seminaristas y los obispos Rolando Álvarez e Isodoro Mora fueron enviados al Vaticano en la aerolínea Conviasa, propiedad por la dictadura de Venezuela. La ruta era Managua-Caracas-Madrid-Roma, según el sitio web venezolano Efecto Cocuyo.
El religioso tuvo que ser dejado en Venezuela y los demás sacerdotes seguir su rumbo hacia el Vaticano, confirmó el portal web Vatican News. El sacerdote fue atendido por una unidad de médicos en la embajada de Nicaragua en ese país suramericano, debido a la crisis sanitaria que vive esa nación bajo la narcodictadura de Nicolás Maduro.
Tras su recuperación, Villafranca finalmente logró viajar a la santa sede donde se reunió con sus hermanos en Cristo con los que guardó prisión por más de 15 días.
LEER TAMBIEN: Sancionada Policía secuestra al padre Ezequiel Buenfil de México y luego lo expulsan del país
Cabe mencionar que la salud del sacerdote se vio gravemente deteriorada debido al encierro al que fue sometido por la dictadura sandinista, sin tomar en cuenta el riesgo que corría su vida por los padecimientos crónicos que le afectan.
Antes de su detención, monseñor Pablo Villafranca Monseñor era párroco de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz en Nindirí Masaya, fue secuestrado por oficiales de la Policía Sandinista cuando irrumpieron su vivienda ubicada en Residencial Planes de Veracruz.