La pareja genocida de Nicaragua desterró a los sacerdotes David Pérez, Ezequiel Buenfil y Erick Figueroa, todos pertenecientes a la Diócesis de León y a la orden religiosa Santísimo Salvador.
Buenfil y Figueroa estaban asignados a la parroquia El Calvario- Nuestra Señora de los Desamparados de El Viejo, Chinandega, mientras que Pérez era párroco de la iglesia Inmaculada Concepción de María de la ciudad de León.
La expulsión de los sacerdotes ocurre tras la cancelación de la personería jurídica de la orden religiosa Santísimo Salvador por el Ministerio del Interior el 16 de enero, cuya institución ordenó el despojo de todos sus bienes y pasarlos a nombre del Estado de Nicaragua.
Sacerdote mexicano también expulsado
El rector de Convento San Juan Neumann ubicado en Chinandega, padre Ezequiel Buenfil, originario de México, fue secuestrado por la sancionada Policía Sandinista este martes y presuntamente deportado a su país natal , denunciaron fuentes eclesiásticas.
Aunque su secuestro no se ha hecho oficial por parte de las autoridades eclesiásticas ni por la dictadura sandinista, lo cierto es que este es el modus operandi de los Ortega Murillo, primero detener y luego la expulsión total del país sin mediar palabras.
El secuestro del sacerdote ocurre el mismo día en que el régimen Ortega Murillo canceló la personalidad jurídica de nueve Organizaciones sin Fines de Lucro, entre ellas la Fundación Misioneros Consagrados del Santísimo Salvador a la cual pertenecía padre Ezequiel Buenfil, de origen mexicano.