El padre Uriel Vallejo de Sébaco, Matagalpa, fue consagrado como párroco de la iglesia San Isidro Labrador, en Coronado, Costa Rica a 17 meses de su exilio forzado tras ser víctima de persecución política por parte de agentes policiales y paramilitares al servicio de los dictadores sandinistas Ortega y Murillo.
Tras su condecoración religiosa, el sacerdote ofició una misa en la que no dejó pasar criticar a los criminales de lesa humanidad de Nicaragua llamándolos “psicópatas” por los ataques contra la iglesia católica.
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“la misión de los psicópatas era la cárcel o el exilio” contra los opositores o todo aquel que criticara al régimen sandinista, expresó el nuevo párroco de la iglesia San Isidro Labrador.
Durante su homilía, el religioso recordó cuando fue secuestrado por más de 72 horas en agosto de 20022 dentro de la casa cural en la ciudad de Sébaco, y custodiado por patrullas y buses repletos de antimotines, desde ese hecho, decidió huir para proteger su integridad y exiliarse ante la persecución en su contra.
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“Y llegó el momento que había que tomar decisiones porque la misión de los psicópatas era la cárcel o el exilio y pasé una semana en el seminario Nuestra Señora de Fátima, custodiado 24/7 por dos patrullas y en el cambio de patrullas me les escapé, me vine por la montaña sin nada”, recordó.
Narró que aprovechó para escapar cuando las patrullas que lo vigilaban hicieron un cambio. Huyó por las montañas sin nada, y a las 6:15 de la mañana del 13 de agosto ya se encontraba en la frontera con Costa Rica.