Nayib Bukele, quien disputa la reelección de El Salvador, se auto proclamó el vencedor de las elecciones presidenciales con una abrupta mayoría de votos con más del 85%, pero hasta el momento no se han revelado datos oficiales.
«De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea», proclamó el gobernante salvadoreño, el primero que se presenta a la reelección desde el fin de la guerra civil en 1992.
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Pese a que la reelección en El Salvador es prohibida por la Constitución, la postulación de Bukele fue apoyada por los salvadoreños que han apoyado todas las medidas de seguridad implementadas durante su primer periodo presidencial, como la lucha contra las maras y el cese de femicidios en el país.
«El récord en toda la historia democrática del mundo. Nos vemos a las 9 de la noche frente al Palacio Nacional. Dios bendiga a El Salvador», publicó Bukele.
Desde el periodo de precandidatura, Bukele era el amplio favorito en los comicios, que se vieron envueltos en polémica porque sus críticos aseguran que la Constitución prohíbe la reelección continua.
Pese a que los comicios transcurrieron con normalidad, no faltó una u otra organización política que tachó el proceso electoral de irregular auspiciado de una supuesta «serie de anomalías».
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El presidente de Arena, Carlos Saade, acusó en un video difundido en la red social X que las juntas rectoras de votos fueron instaladas «únicamente con personal de Nuevas Ideas», el partido oficialista, y agregó que «el personal que ha sido capacitado ha sido dejado fuera».
