Pese a que el gobierno de Estados Unidos mantiene abierto la plataforma humanitaria, Parol Humanitario, los nicaragüenses continúan optando por el peligroso viaje de la migración en medio de la crisis económica y la persecución del régimen sandinista.
Esto conllevó que 17 nicaragüenses se quedaron varados en el Río Bravo para intentar llegar a territorio estadounidense por las fuertes ráfagas de viento y el frío que azotaba la zona, además del incremento del caudal del río.
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Afortunadamente los nicaragüenses, entre ellos cinco niños, fueron rescatados por elementos del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, quienes han realizado varios operativos entre el 29 de enero y el 2 de febrero.
También se logró salvaguardar la vida e integridad de al menos 73 personas que utilizan el territorio azteca como tránsito irregular.
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La institución migratoria detalló que entre los salvados se encuentran personas originarias de Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú, Venezuela, y por supuesto de México. Todas las personas identificadas fueron rescatadas en Peidras Negras, Coahuila, cuando intentaban pasar el caudaloso río Bravo, cruce fronterizo entre México y los Estados Unidos.
Todos los transnacionales “fueron llevados a la orilla del río del lado mexicano, en donde se encontraban rescatistas del Cuerpo de Bomberos y autoridades municipales. Se les proporcionaron sábanas térmicas y tras verificar que estuvieran en buen estado de salud, los trasladaron al albergue Casa del Migrante Frontera Digna”, reza el comunicado oficial.
