Estuvimos reunidos el día lunes y martes atendiendo la invitación de AMAVEX que su fundadora, la presidenta o presidente doctora Elena Villalonga abogada de Venezuela que tuvo la genialidad de unir las voces hispanas no fuese simplemente y decir o exponer de la gente de la izquierda radical que realmente tienen acaparado todo el tema de derechos humanos en la oya. Por eso, como amigo Milton González, que recibieron la invitación, pues fuimos con nuestros propios recursos.

Esto fue dos días, lunes y martes, 11 y 12 de marzo. Se habló de temas tan importantes. Por ejemplo. Se habló del tema de la migración, el refugio, llegó un representante de Homeland Security, se habló también de la prevención de la trata de personas, de los negocios de los coyotes, empezando por Daniel Ortega que se denunció ahí por primera vez en los pasillos, no en los pasillos, en los salones de la OEA, que Daniel Ortega es el principal traficante de seres humanos en América Latina y posiblemente en el mundo. Ayer estábamos esperando a Eduardo Stein de Acnur porque teníamos preparado primero, ya sea Milton o yo, teníamos preparado el tema del refugio y íbamos a exponer que los nicaragüenses refugiados en Costa Rica se en total indefensión debido a las acciones que ha tomado el presidente Rodrigo Chávez y el poder judicial en Costa Rica. Están extraditando a refugiados, a opositores, reconociendo un poder judicial inexistente en Nicaragua en plena dictadura.

Le íbamos a preguntar también al de Acnur, que se nos quedó pendiente, el tema de la ayuda a los nicaragüenses. ¿Ustedes sabían que los venezolanos, por las Naciones Unidas, tienen ya, por así decirlo, la licencia para que en todo país donde llega un venezolano puedan ser tomados como refugiados?

No lo sabía.
Lo especial que tienen los cubanos, a pesar de que Obama, demócrata, les quitó aquella ley de pies mojados, pies secos, es increíble lo que un cubano puede hacer viniendo aquí a Estados Unidos, pidiendo refugio o asilo y al año siguiente puede ser residente. Eso no pasa con los nicaragüenses, hondureños y de otras nacionalidades. A pesar de que este fin de semana se pudo comprobar que un juez federal aprobó que se siguiera tomando el parol humanitario como algo normal aquí en los Estados Unidos. Digo, no sé si el próximo año será así, pero por lo menos un juez federal de Texas dijo que se podía continuar con el parol humanitario. Y miren ustedes, se habló de la integración de refugiados, de la regularización, de la protección, de la violación de los derechos humanos, de la ayuda que hay. Cuántos miles de nicaragüenses en Costa Rica, en Panamá, en México, en España y aquí en los Estados Unidos ha recibido ayuda.
Una representante que estuvo ahí decía que solamente Estados Unidos invierte 10.000 millones de dólares al año para ayudar a los refugiados. ¿Dónde está esa ayuda? ¿Quién la tiene? ¿Quién la administra? ¿En qué se gasta?
Y eso no se lo han dicho a usted, le aseguro que a usted no se lo han dicho y le puedo asegurar eso porque yo que estoy en noticias y leo diario y trato de llevarles a usted de la mejor información, jamás lo había escuchado.
Sin embargo, se pudo comprobar que con paciencia…
Y un palito, por no decir aquella de la hormiguita, se puede llegar a lugares donde solamente se había escuchado la voz de la izquierda, ultra izquierda, comunistas o socialistas que tienen acaparado el tema de los derechos humanos. Se acabó. Por lo menos empezamos bien en la OEA. Le agradezco enormemente la invitación de la doctora Elena Villalonga.

 

 

 

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