El gobierno de Cuba convoca al principal diplomático de Estados Unidos en La Habana, acusando a Washington de interferir en los asuntos internos de la isla tras protestas populares en el oriente del país. EEUU niega cualquier relación y pide respeto a los derechos humanos de los manifestantes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) informó este lunes que convocó al máximo diplomático estadounidense en La Habana, Benjamin Ziff, a una reunión un día después de las protestas en varias provincias de la isla el día anterior.
La cancillería cubana acusó a Washington de interferir en los asuntos internos de la isla y “le trasladó formalmente el firme rechazo a la conducta injerencista y los mensajes calumniosos del gobierno estadounidense y su embajada en Cuba ante asuntos internos de la realidad cubana”, según comunicado del Minrex que reseñó el encuentro entre el viceministro Carlos Fernández de Cossío y Siff.
Benjamin Ziff ocupa el cargo de encargado de negocios en la legación diplomática en La Habana, debido a que EEUU retiró la mayoría de su personal tras el incidente conocido como los «ataques sónicos».
El domingo se registraron protestas en Santiago de Cuba y Bayamo, en el oriente de la isla, principalmente. Los manifestantes protestaban por la grave situación económica del país a gritos de “corriente y comida” y «patria y vida», exigiendo así el fin de los apagones eléctricos.
La embajada estadounidense dijo por medio de un mensaje en la red social X que estaban al tanto de las protestas y pidió al gobierno cubano el respeto a las libertades y derechos de los manifestantes.
Las manifestaciones antigubernamentales del domingo le siguen a las protestas del 11 de julio de 2021, las más multitudinarias desde que Fidel Castro llegara al poder en 1959. Hasta a fecha organizaciones de derechos humanos cifran en más de 1.000 los manifestantes encarcelados tras las protestas de hace tres años.
El gobierno cubano culpa de las constantes crisis por escasez de alimentos al embargo económico impuesto por EEUU desde la década de 1960, a raíz de las confiscaciones de propiedades de ciudadanos estadounidenses en la isla.
«El plan desestabilizador y su ejecución son evidentes a la vista de todos. Descansa en el reforzamiento de una guerra económica despiadada para provocar y explotar la natural irritación de la población», acusa la nota del Minrex.
Las autoridades reconocieron las dificultades económicas que enfrenta el país y cómo los aumentos sostenidos en los precios golpearon los bolsillos de los trabajadores. Según cifras oficiales la inflación anual en 2021 fue del 77 %, en 2022 de 39 % y de 30 % en 2023 mientras el Producto Interno Bruto se contrajo un 2 % el pasado año, indica la agencia The Associated Press.
EEUU rechaza acusaciones
Este lunes la postura estadounidense volvió a ser recalcada respecto al apoyo a los manifestantes.
«Estados Unidos apoya al pueblo cubano mientras ejerce su derecho a reunirse pacíficamente. El gobierno cubano no podrá satisfacer las necesidades de su pueblo hasta que adopte la democracia y el estado de derecho y respete los derechos de los ciudadanos cubanos», dijo en un mensaje el subsecretario de Estado por el Hemisferio Occidental, Brian Nichols.
Poco antes el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, rechazó en una pregunta de los reporteros, la implicación de Washington en los hechos citados.
«Estados Unidos no está detrás de estas protestas en Cuba», dijo Patel, al tiempo que calificó de «absurdas» las acusaciones de La Habana.