Evitó decir su nombre en todo momento y se limitó a llamarle «ex jefe del ejército de Nicaragua».
El caudillo sandinista centró su discurso en atacar la decisión que Humberto Ortega tomó en 1992 cuando bajo el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro dirigía la institución castrense y otorgó la medalla Camilo Ortega Saavedra en oro al Teniente Coronel Dennis F. Quinn, Jefe de la Agregaduría Militar del Gobierno de los Estados Unidos en Managua.
Ortega anuló, en un decreto, la condecoración al delegado militar estadounidense, otorgada por su hermano Humberto, con esta acción estaría allanando el camino para acusar judicialmente a su hermano Humberto de «traición a la patria».
Humberto Ortega está bajo arresto domiciliar desde el lunes 20 de mayo, luego de haber ofrecido una reveladora entrevista al periodista Fabián Medina para Infobae en la que asegura que el Frente Sandinista no tiene un líder ni dentro del partido ni de la familia que pueda suceder a Ortega en el poder. Al mismo tiempo aseguró que el Ejército es clave para reencausar al país a la democracia. Como una respuesta a estas declaraciones, en este acto oficial Daniel Ortega, junto a Rosario Murillo se hicieron acompañar de la plana mayor de las dos instituciones armadas del país.