El presidente Joe Biden ha anunciado un cierre temporal de la frontera entre Estados Unidos y México para los solicitantes de asilo.
Entre las nuevas medidas, se prohibirá que los migrantes que crucen ilegalmente la frontera reciban asilo.
Los migrantes solo podrán recibir asilo en la frontera sur si lo hacen de una forma legal.
La medida, que restringirá el acceso al asilo, entrará en vigor cuando las aprehensiones de la Patrulla Fronteriza estadounidense superasen las 2,500 diarias.
Estas políticas no tendrán excepciones humanitarias, es decir, no aplicarán a niños y adolescentes no acompañados y a víctimas de tráfico de personas.
Estas acciones no son permanentes. Serán discontinuadas cuando el número de migrantes que cruzan la frontera entre los puertos de entrada sea lo suficientemente bajo para que el sistema estadounidense maneje seguramente y eficiente las operaciones fronterizas”, indicó el comunicado. Esto será, cuando los arrestros sean menores a 1,500 por día.
Las medidas disuasorias «aumentarán significativamente las consecuencias para quienes crucen ilegalmente la frontera sur», dijo un funcionario estadounidense, solicitando el anonimato como condición para la convocatoria.
Más de 2.4 millones de migrantes cruzaron la frontera sur de Estados Unidos solamente en 2023. La mayor parte proviene de Centroamérica y Venezuela huyendo de la pobreza, la violencia y los desastres naturales intensificados por el cambio climático. La cifra alcanzó un récord de 10,000 personas por día en diciembre, si bien este número ha caído en los últimos meses.