La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, renunció el lunes tras 15 años en el poder, en medio de un dramático levantamiento popular que dejó al menos 20 muertos en las últimas horas. Miles de manifestantes desafiaron un toque de queda militar y asaltaron su residencia oficial, mientras clamaban por justicia para las familias de los 150 fallecidos en las protestas del mes pasado.
Lo que comenzó como una demanda de reforma en las cuotas de empleo gubernamental se transformó rápidamente en una revuelta nacional que exige el fin del régimen de Hasina, conocido por su control férreo y represión violenta.
Poco después de que medios locales mostraran cómo la asediada líder subía a un helicóptero militar con su hermana, el jefe del Ejército de Bangladesh, el general Waker-Uz-Zaman, declaró el lunes que iba a formar un «gobierno provisional». El helicóptero aterrizó en la India.
«Tengan fe en el Ejército, investigaremos todas las muertes y castigaremos al responsable», dijo. «He ordenado que ni el Ejército ni la policía hagan ninguna clase de disparo. Ahora, el deber de los estudiantes es mantener la calma y ayudarnos», añadió.
Por su parte, al menos 20 personas murieron el lunes en las protestas que sacuden la capital. «Aquí tenemos 20 cuerpos», declaró Bacchu Mia, un inspector de policía, en el hospital universitario de Daca, sin dar más detalles. Testigos y otros policías dieron parte de enfrentamiento entre grupos rivales.