Irán que por años ha mantenido su retórica bélica y amenazadora contra el estado de Israel, se tuvo que callar ante el ataque programado por las fuerzas militares judías contra las instalaciones de lanzamientos de misiles e instalaciones militares. Es la primera vez que, de manera oficial, Israel lanza un bombardeo contra el estado teocrático del Ayatola, siendo evidente la capacidad reducida o nula que posee el régimen para evitar la violación de su espacio aéreo y más aún, permitiendo que la fuerza aérea de israelí pueda atacar cualquier objetivo, ya sea militar, nuclear o económico, la fuerza aérea judía, pudo esquivar y luego neutralizar los escudos aéreos, radares y los sistemas de defensas rusos, adquiridos por Irán para supuestamente prevenir estas acciones.
El régimen iraní informo: “El Ejército de la República Islámica de Irán sacrificó anoche a dos de sus soldados mientras se enfrentaba a los proyectiles lanzados por el criminal régimen sionista con el fin de defender la seguridad de Irán y evitar daños a la nación y a los intereses de Irán”.
El golpeado estado fundamentalista, volvió a prometer que responderá proporcionalmente los ataques, pero lo cierto es que, con lo ocurrido, Irán no solo se vio reducido a acciones defensivas, perdiendo toda posibilidad de contrataque aéreo, o demostrando alguna capacidad mínima ofensiva, si no que ahora el mundo árabe sabe que Israel, tiene luz verde para deshabilitar si así decide la capacidad nuclear de Irán, evidenciando que al final, el adversario patrocinador del terrorismo y la principal amenaza para sus vecinos, es en realidad un tigre de papel.